Ocaña es una mezcla de arquitectura colonial, republicana y moderna. En ella se entrelaza la historia y su papel fulgúrate en los sucesos anteriores y posteriores a la independencia de Colombia, con la raza de una gente alegre que sin desconocer su pasado se avista hacia el progreso de una región promisoria y fecunda.
Entre los múltiples hechos por destacar, es de mencionar que la ciudad fue cruce de camino y punto central donde convergían las rutas que comunicaban por el Occidente con en el rio Magdalena, Cartagena de Indias y el exterior, y por el Oriente con Venezuela a través del rio Catatumbo y su desembocadura en el Lago Maracaibo. Esto la convirtió, durante la Colonia, en un importante rincón Económico del país.
Brava y libre, como la catalogó el Libertador Simón Bolívar esta tierra sirvió de escenario para que las tropas de la campaña libertadora se organizaran y emprendieran firmes su camino hacia la independencia. Pero quizás el hecho más significativo que allí se dio fue el que tuvo lugar en 1828 cuando se realizo la Convención Constituyente para reformar la Carta expedida en Cúcuta en 1821.
Como resultado de dicha Convención y tras el enfrentamiento de las fracciones santanderista y bolivariana, se dio la disolución de la Gran Colombia.
En definitiva, hay que pisar su suelo, transitar sus calles y visitar sus lugares emblemáticos para entender y sentir la palpitación de una Ocaña desbordante de historia.
ok algo pobre pero cumplido!
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